Es conocido que algunos menores publican sin inmutarse comentarios discriminatorios contra otras personas en Internet.
La organización Pew Internet Research Center ha indagado en la cuestión en un reciente informe y ha encontrado una correlación entre el nivel económico de los padres y los mensajes que publican sus hijos: a mayor nivel económico, mejor gestión de la privacidad y mayor automoderación de mensajes inconvenientes.
Según el estudio el 44% de los padres está preocupado con el efecto adverso que la actividad online de los hijos pudiera tener en el futuro, sobre todo en relación con sus futuras oportunidades académicas y profesionales. Cuanto más pobres, parece que la preocupación es menor. Tampoco parecen preocuparse los más ricos, quizá porque ellos son quienes mejor ayudan a gestionar la privacidad de sus hijos.
El 75% de los padres con títulación universitaria usan las redes sociales de forma activa, frente al 59% de quienes no tienen estudios universitarios.
Algunos menores reconocen que agregar a los padres en su red social online les ayuda a moderarse. A otros, el simple hecho de que sus padres quieran estar en su red de amigos, les ha servido como excusa para gestionar mejor las opciones de privacidad y así evitar que los padres y la familia accedan a ciertos contenidos.
Tener entre sus grupos de amigos gente de diversas edades también les sirve para reflexionar y considerar que no conviene compartir todos sus pensamientos adolescentes. Reconocen que no se trata de esconder, sino de reconocer que uno no se comporta de la misma manera en diversos contextos.
No es que los hijos de los más pobres (en los EE.UU.) sean más racistas (homófobos, machistas, xenófobos..), sino que están peor equipados para ocultar sus prejuicios, concluye el estudio.
Fuente: Slate.
No hay comentarios:
Publicar un comentario